Inventa motivos para celebrar

Celebra.
Que hoy sonó el despertador.
Y que estás en tu cama.
Que tienes cerca a alguien a quien poder besar.
O a quien poder escribir que le extrañas.
Celebra.
Por lo malo que pasó.
El dolor que aún sientes.
Y por recuperar las ganas.
Celebra aquel paseo.
Las ganas de volver,
porque significó que te gustaba.
Celebra los imprevistos.
El día que os sentásteis en aquel banco cuando no habíais quedado
y fue lo mejor de la semana.
Celebra quitarte las medias.
Pasar frío.
Viajar sin olvidarte nada.
Celebra los Lunes.
Disfruta del Domingo.
Porque la vida no es todo o nada.
Celebra los buenos días.
Las medias sonrisas.
Cruzarte con personas que no esperabas.
Celebra porque quien te invitó aquel día tan importante
fue para gritar que tenía menos sentido si no estabas.
Celebra las ganas de reír.
Y de llorar.
Porque solo se llora si amas.
Inventa cada día motivos para celebrar.
No esperes a que la vida te prepare la fiesta que imaginabas.
Hay tantas sorpresas como días,
y ese es el regalo del que nadie habla.